¿Por qué me cuesta validar mis emociones?
- Aileen M. Ortíz
- 2 abr
- 2 Min. de lectura

Imagina que un día te sientes súper frustrado porque sacaste una mala calificación en un examen o porque una situación en el trabajo no salió como esperabas. Intentas contarle a alguien y te dicen: “No es para tanto, hay cosas peores.” O te sientes triste, pero piensas: “No debería estar así, hay personas que tienen problemas más grandes.”
Si alguna vez te ha pasado esto, es probable que te cueste validar tus emociones. Y no es tu culpa. A muchos nos enseñaron que hay sentimientos “buenos” y “malos”, que llorar es de débiles o que hay que ser fuertes todo el tiempo. Pero, ¿qué significa realmente validar nuestras emociones?
¿Qué es la validación emocional?
Validar una emoción significa reconocer que lo que sientes es real, tiene sentido y es importante. No se trata de exagerar ni de dramatizar, sino de aceptar lo que pasa dentro de ti sin juzgarte.
Por ejemplo, si estás ansioso antes de una presentación en el trabajo, en lugar de decirte: “Estoy exagerando, no debería sentirme así,” podrías decirte: “Es normal sentirme nervioso porque quiero hacerlo bien.”
¿Por qué nos cuesta tanto?
1. Nos enseñaron a ignorarlas
Desde pequeños escuchamos frases como: “No llores, no es para tanto” o “No estés triste, anímate”. Poco a poco aprendimos a esconder nuestras emociones en lugar de procesarlas.
2. Miedo a ser juzgados
Muchas veces evitamos mostrar cómo nos sentimos porque tememos que los demás piensen que somos débiles o exagerados.
3. Creemos que hay emociones “incorrectas”
La tristeza, la ira o el miedo tienen mala fama, pero todas las emociones cumplen una función. Nos avisan de algo importante y nos ayudan a actuar.
4. Nos hablamos con dureza
A veces somos nuestros peores críticos. En vez de darnos apoyo, nos decimos cosas como: “No debería sentirme así” o “Estoy haciendo un drama”.
¿Cómo empezar a validar mis emociones?
1. Dales un nombre
Pregúntate: ”¿Qué estoy sintiendo?” Identificar si es tristeza, frustración, enojo o ansiedad te ayudará a entenderla mejor.
2. Recuerda que ninguna emoción es incorrecta
Sentir no está mal. No hay emociones buenas ni malas, solo agradables o incómodas. Y todas tienen su propósito.
3. Habla contigo como hablarías con un amigo
Si un amigo estuviera triste, no le dirías: “Ya supéralo”, sino algo más amable como: “Es normal que te sientas así, cuenta conmigo”. Haz lo mismo contigo.
4. Permítete sentir sin juzgarte
No te castigues por estar triste o enojado. En lugar de preguntarte: ”¿Por qué estoy sintiéndome así?”, prueba con: ”¿Qué me quiere decir esta emoción?”.
5. Busca un espacio seguro para expresarte
Puede ser hablar con alguien de confianza, escribir en un diario o incluso dibujar lo que sientes. Lo importante es darle un lugar a esa emoción.
Validar no significa quedarte atrapado; se trata de reconocer tus emociones para luego decidir qué hacer con ellas. Recuerda: lo que sientes importa, y tú también.
Así que la próxima vez que sientas algo, en lugar de ignorarlo o minimizarlo, intenta darte un momento para decirte: “esto que siento es valido. Me esta diciendo algo importante sobre mi.”
Por que si, lo que sientes importa. Y tu también,
Comentários